EPISODIO 86: EL ESTILO NEGOCIADOR DE DONALD TRUMP: PRESIÓN, ESPECTÁCULO Y RESULTADOS MIXTOS (1/2)
Según el American Heritage Dictionary, el verbo trump significa triunfar en un juego. Y como substantivo, se refiere a una persona confiable y admirable, Ya sabemos que para Donald Trump ganar en cada ocasión es una urgencia vitial. Basta con recordar que fue el primer presidente en empeñarse en desconocer su derrota en unas elecciones (2020). Ahora bien ¿qué tanto confían en él los países, hasta qué punto lo admiran?
Donald Trump no negocia como un presidente o un diplomático tradicional. Negocia como un empresario que pone titulares, empuja al límite y define el pulso político global desde la escena pública. Sus críticos lo consideran errático; sus defensores, un estratega poco convencional. Pero nadie duda de que su estilo deja huella.
Muchos de los equilibrios que mueve siguen marcando la agenda internacional. Incluso el reciente alto el fuego en Gaza se da dentro de una arquitectura regional que él ayudó a mover.
Este es el mapa de su método con ejemplos recientes.
OTAN: la alianza militar bajo presión
Trump llegó a las cumbres de la OTAN con un mensaje que irritó a Europa:
O los países aumentan al 2% de su PIB el gasto militar o Estados Unidos dejará de “protegerlos”. Lo dijo en foros oficiales y en Twitter, rompiendo la cortesía diplomática.
El efecto fue inmediato. Varios gobiernos europeos aceleraron el aumento de sus presupuestos de defensa, temerosos de que Rusia derrotara a Ucrania y avanzara hacia Europa. No hubo ruptura, pero sí un reacomodo interno de prioridades.
De NAFTA a USMCA: amenazar para renegociar
Con México y Canadá, Trump eligió otra táctica: anunciar abiertamente que se retiraría del NAFTA. El mensaje buscaba obligar a ambos países a aceptar una renegociación desde cero.
Funcionó. El nuevo pacto, USMCA, reformó sectores críticos como el automotor, el laboral y el agrícola. Fue un acuerdo de alto impacto, aunque surgido en un ambiente de tensión constante.
Corea del Norte: de la retórica incendiaria a las fotos históricas
Pocos episodios muestran tanto la dualidad de Trump como la relación con Kim Jong-un. Primero vino el choque verbal: “fuego y furia”, “botón nuclear más grande”, amenazas de destrucción total.
Después, el giro inesperado: dos cumbres históricas —Singapur y Hanói— con sonrisas, apretones de mano y promesas de distensión. “Kim Jong-un es una gran persona”, dijo Trump, pasando como suele de la furia al elogio.
El programa nuclear norcoreano no se detuvo. Pero por un tiempo el mundo vio menos lanzamientos y más diplomacia. Un logro parcial construido sobre una montaña rusa retórica.
LA GUERRA COMERCIAL: LOS ARANCELES COMO ARMA DE NEGOCIACIÓN GLOBAL
La guerra comercial bajo Donald Trump no fue simplemente un pulso económico; fue una estrategia diplomática basada en el choque, usando los aranceles como instrumento central para moldear comportamientos estatales. Su alcance fue mundial.
1. China: el adversario perfecto y la batalla más costosa
Recientemente Trump reavivó la guerra comercial con China, llevando el enfrentamiento a un nuevo nivel:
· En febrero de 2025, Trump impuso un arancel universal del 10 % a importaciones desde todo el mundo, y un arancel del 34 % a China.
· Como parte de este pulso, Trump usó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA) para justificar las subidas arancelarias.
· Pekín respondió con aranceles del 15 % sobre carbón y gas natural licuado (GNL), y un 10 % adicional a petróleo, maquinaria agrícola y camionetas, entre otros productos.
· En abril, Trump amenazó con subir otros aranceles al 50 % si China no retrocedía, lo que generó una escalada: China contestó con nuevos impuestos del 34 % a bienes estadounidenses.
· Poco después, Trump anunció una pausa de 90 días en algunos de estos aranceles, pero mantuvo y hasta elevó los aranceles para China: en esa pausa, los gravámenes chinos fueron ajustados para varios países, menos para Pekín; Trump subió el arancel a China al 125 %.
· En otro giro, en abril 2025 Trump también modificó la regla de “de minimis” (envíos pequeños): con su nueva orden ejecutiva, muchos paquetes de bajo valor ya no podrán entrar libres de aranceles, lo que afecta directamente a importaciones chinas de bienes “baratos”
Analistas de PwC estiman que estas políticas constituyen la mayor batería de medidas arancelarias desde hace cien años, con implicaciones profundas para cadenas de suministro globales.
Más recientemente, en un acercamiento diplomático, Trump anunció que reducirá “sustancialmente” algunos aranceles a China desde niveles muy altos, aunque dejó claro que no retirará todas las medidas.
Balance estratégico 2025:
La rivalidad con China no solo se reactivó, sino que escaló dramáticamente. Trump usó los aranceles como arma de negociación de máxima presión, combinando amenazas, pausas tácticas y revisión de reglas aduaneras para mantener ventaja estratégica. Pekín respondió con represalias fuertes, lo que ha transformado la disputa comercial en un frente geopolítico central para esta nueva etapa.
2. Europa: acero, aluminio y la amenaza al automóvil
Europa tampoco escapó a la lógica del “shock arancelario”.
Trump impuso aranceles al acero y al aluminio alegando motivos de “seguridad nacional”, una justificación que irritó profundamente a la Unión Europea. La UE respondió con contramedidas a productos emblemáticos estadounidenses: whisky, motocicletas, jeans.
Pero la amenaza más seria vino después:
· Aranceles del 20% al automóvil europeo, especialmente alemán.
· Berlín entró en pánico: millones de empleos dependen de ese sector.
· La amenaza logró concesiones parciales en temas tecnológicos, digitales y de gasto en defensa (vinculados indirectamente a la presión sobre la OTAN).
La lección europea: Trump no diferencia aliados y rivales cuando se trata de obtener ventajas.
3. América Latina: la arremetida inesperadaAunque menos visible, varios países de la región también sintieron la presión:
· Brasil y Argentina recibieron amenazas de aranceles por supuesta “manipulación monetaria”.
· México, pese al USMCA (nuevo NAFTA), enfrentó la amenaza de aranceles del 5% si no contenía la migración hacia EE. UU.
· Colombia y Ecuador fueron advertidos sobre requisitos más duros en materia antidrogas y comercio.
Trump convirtió los aranceles en una forma de chantaje diplomático, no solo económico.
4. El resultado: una arquitectura global transformada
Al final de su mandato, la guerra arancelaria había producido:
· Un sistema internacional más proteccionista.
· Países que entendieron que EE. UU., bajo Trump, negocia como un competidor, no como un socio.
· China fortaleciendo alianzas regionales alternativas con Asia y África.
· Europa y Japón aceleran acuerdos comerciales entre ellos para reducir dependencia de Washington.
El legado clave:
Trump normalizó el uso de los aranceles como arma geopolítica, no simplemente fiscal.
Su estilo rompe las reglas de negociación usuales, y bajo cada acuerdo se esconde la desconfianza de sus socios y la precaución extrema ante futuros pactos.
Escrito con informaciones de RTVE, elconfidencial.com,The Guardian, Wikipedia, Europa Press, Deutsche Welle, Emol, EFE Noticias, economy.ac, abm.org.mx, scjn.gob.mx, geopolitica.iiec.unam.mx, y El País recabadas con la ayuda de Chat GPT
PRÓXIMA ENTREGA:
Ø Venezuela: presión máxima sobre Maduro;
Ø Colombia: la diplomacia desde el micrófono;
Ø Gaza, Israel y la diplomacia global;
Ø El juicio de la historia: impacto, límites y legado
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