EPISODIO 31. CÓMO SUPERAR LOS OCHO OBSTÁCULOS PARA EL CAMBIO
El Equipo sigue ahora la advertencia del Vendedor Halcón: “He comprendido que los planes sin acción son sueños, y las acciones sin plan son pesadillas”.
Con Salom revisan los tres obstáculos que ya han superado con tanta pericia y analizan los otros cinco que tienen ahora por delante para lograr el cambio.
En la siguiente reunión, el Equipo Halcón recibió la visita de Mauricio, quien los felicitó de nuevo por la propuesta de la visión diseñada con tanto esmero, que señalaba los nuevos objetivos y retos para CAMPIÑA FRESCA.
–No dudamos que el camino propuesto nos traerá excelentes resultados –les dijo. Entonces le pidió a Salom que continuara.
Mientras bebía su café, este les habló así:
–Ahora estamos ante el gran desafío de convertir en realidad nuestros planes tan cuidadosamente diseñados. Como dice el vendedor Halcón, “He comprendido que los planes sin acción son sueños, y las acciones sin plan son pesadillas”.
Luego les señaló lo siguiente:
–Ya tenemos el diseño y los planos para construir una gran catedral, y el material para lograrlo (como nos dirá Andrés más tarde, cuando llegue la Fiesta del Vuelo de la Cometa). Ha sido un brillante trabajo de diagnóstico y creación de todos ustedes.
Y añadió:
–Estamos ahora ante el gran compromiso de guiar, motivar y estimular a todos, en todas las áreas y niveles, para que este sueño se vuelva realidad. ¿Qué sigue ahora? –les preguntó Salom a todos.
Fue Andrés quien interrogó a Salom a nombre del Equipo Halcón:
–Sabemos que sin tu guía sabia nada habríamos logrado hasta ahora. Pero aún nos falta avanzar en la tarea de hacer realidad esta visión. ¿Cómo podemos hacerlo?
Andrés y los demás sentían que el reto que ahora se les presentaba era casi descomunal.
Los ocho obstáculos para el cambio
Para responderle, Salom les señaló los ocho obstáculos para una transformación exitosa, según John Kotter.
Comenzó por mostrarles dos nuevas GUÍAS CLAVE:
–Sin estos ocho pasos, solo lograremos aquel servicio maquillado y superficial, que en pocas semanas acaba por diluirse y desaparecer, dejándonos con una triste sensación de desaliento, fracaso y frustración.
Andrés escuchó con cuidado, reflexionando sobre cada uno de los puntos. El camino no era fácil, pero sí era claro. Observó por un momento a Mauricio y a los miembros del Equipo Halcón. Las expresiones de cada uno revelaban su compromiso.
¿Por donde empezar? Salom les señaló que la parte más difícil del cambio no son las estructuras, las operaciones o la tecnología, sino la cultura: las creencias, actitudes y comportamiento de las personas. Tenemos que conectarnos con las emociones de cada persona, con sus sueños, sus temores, sus vivencias.
–Para comenzar a superar estos cinco obstáculos –les dijo Salom– nuestro primer paso será comunicar la nueva visión a toda la empresa, y animarlos a transformar sus mentes, sus corazones (emociones) y su labor diaria para apoyarla. Esta nueva visión debe estar presente de forma clara, creíble y muy motivadora, no solo en las comunicaciones internas, sino también en cada charla de todos los jefes, en cada correo y memorando, en cada reunión... y sobre todo, en cada decisión estratégica, táctica u operativa, pequeña o grande, y en cada área y sección de CAMPIÑA FRESCA.
Luego les recordó:
–Ante un problema o situación, es mejor no anunciar la decisión o la solución de cada uno de ustedes como jefe, sino preguntar qué creen que se debe hacer, y luego mostrarles cómo la visión, o bien corrobora lo que sugieren, o nos lleva a cambiarlo.
–¡El método socrático, aprender desde la realidad misma! –exclamó Selene, entusiasmada.
–Así es, Selene –le agradeció Salom con su guiño y su pulgar hacia arriba– Y como ven, en todo este proceso hemos seguido ese método desde nuestra primera reunión. Son muchas más las preguntas mías y la invitación a reflexionar que las afirmaciones.
El Equipo Halcón estuvo de acuerdo. Salom los invitó:
–Además, debemos comportarnos siempre según la visión, ante los clientes externos, lo mismo que ante los empleados o los proveedores, o cualquier otro aliado. Eso es predicar con el ejemplo.
Entonces les dijo a Gloria y a Selene:
–Por otro lado, debemos revisar los manuales de funciones y los procedimientos para seleccionar a las personas, para entrenarlas y para evaluar su desempeño: es esencial que todos ellos reflejen la visión y propongan, enseñen y se orienten a medir las actitudes y las tareas que buscan alcanzar esa visión. Solo así, además del ejemplo diario, lograremos afianzar la visión en la cultura. Es un trabajo de todos los días.
Ellas se mostraron de acuerdo y le agradecieron, pues estas sugerencias les señalaban claramente el camino.
Finalmente, Mauricio se comprometió a seguir apoyando a Andrés, a Salom y al Equipo Halcón en los pasos que venían. Y así concluyó esta reunión.
Al terminar, Andrés y otros miembros se repartieron las tareas para comenzar a preparar la gran Fiesta del vuelo de la Cometa. La gran pregunta era: ¿qué apoyo recibirán los nuevos anuncios sobre la visión del servicio?
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