EPISODIO 8: ¿QUÉ OFRECEMOS A NUESTROS CLIENTES? EL AUGE DE LOS SERVICIOS EN LA ECONOMÍA
Lucía, la gerente de compras y logística, insinuó:
–Pero Salom, CAMPIÑA FRESCA propiamente no vende servicios como lo hace una compañía de comunicaciones o de transportes, o un hotel, y aun un hospital. Nosotros ante todo distribuimos miles de productos tangibles.
Ella, una ingeniera administrativa con maestría en procesos industriales, llamaba gratamente la atención por la apariencia siempre elegante y sobria de su vestimenta. Tenía fama de ser exigente en las tareas.
Le encantaba coleccionar billetes y monedas de otros países y épocas. Un experto a quién consultó días antes, le mostró que su colección ya valía mucho dinero.
Salom le respondió mientras observaba su bufanda de seda anudada al cuello, que representaba coloridas flores muy bien armonizadas:
–¡Buen punto, Lucía! Para comprender mejor en qué consiste nuestro servicio, recordemos lo que tú acabas de decir: “distribuimos”. Pensemos qué harían nuestros clientes si no tuvieran supermercados, y si no hubiera ni siquiera mercados agrícolas aquí o en los pueblos cercanos. Cada familia debería generar su comida (y cada hogar difícilmente lograría producir unos pocos alimentos), o necesitaría estar continuamente buscando cada alimento y producto directamente en las granjas, y así no les quedaría mucho tiempo para trabajar, estudiar o descansar: todo sería un caos.
Lucía lo escuchaba atentamente. Entonces Salom le preguntó:
–¿No crees que nuestro servicio consiste precisamente en ofrecerles lo que necesitan, cuando y donde lo necesitan, con la selección, calidad y asesoría que ellos esperan? El reto es hacerlo en forma superior para garantizar la satisfacción real de nuestros clientes y lograr su fidelidad y su entusiasmo que los lleven a recomendarnos a otros.
Ella se mostró pensativa y asintió mientras todos escuchaban.
–En otras palabras, vemos que ya no hay empresas de pura manufactura. Los clientes de CAMPIÑA, y los de las empresas que les ofrecen bienes físicos, valoran tanto los productos como el servicio: el ambiente, la exhibición, la asesoría cuando la necesitan, la entrega oportuna y eficaz, la respuesta a las quejas, el anticiparse a sus deseos... –les explicó Salom, haciéndoles esta advertencia:
–Las empresas que ignoran esto poco a poco dejan de tener valor para los clientes, y por lo tanto para los accionistas y así muchas terminan cerrando. Por eso es tan importante el servicio en todo tipo de organizaciones.
Andrés observó que Pedro se removía en su silla al escuchar a Salom, y tras dar una mirada a sus notas, inquirió con un ligero tono desafiante:
–Perdón, Salom: entiendo esto, pero ¿no será que se le está dando un énfasis exagerado hoy en día al servicio?
–No, Pedro, tranquilo –le respondió el consultor–. Y luego les explicó:
–Ante todo, miremos cómo el concepto de servicio tiene dos sentidos diferentes. Uno, es la oferta de bienes no tangibles (podríamos llamarla “OFERTA DE SERVICIOS”), y la otra es el nivel de acompañamiento que el cliente necesita al adquirir y disfrutar cada bien o servicio (podríamos llamarlo “PRESTACIÓN DEL SERVICIO PERSONA A PERSONA” aunque se haga por medios electrónicos y aun automáticos).
unsplash.com/es/fotos/icono-di9INIIhvj8
–En la creciente economía mundial –continuó–, los servicios son un factor de primer orden: hoy superan los dos tercios del Producto Interno Bruto de todos los países mirados en conjunto. Su peso representa dos y media veces el de la industria manufacturera.
Entonces les citó las observaciones del escritor e historiador Yuval Noah Harari:
–Según Harari, un agricultor que en 1920 se veía desplazado por la mecanización, tras un reentrenamiento podría trabajar como obrero en una fábrica de tractores. Y a su vez, un obrero de esa fábrica que en 1980 perdiera su empleo ante el auge de los servicios, podría capacitase para trabajar como cajero en un supermercado. Pero difícilmente, ninguno de ellos, desplazados por la automatización en 2050, podrán reentrenarse y hacerse investigadores de cáncer o asesores de un equipo bancario apoyado en la inteligencia artificial, que serán algunos campos donde se crearán nuevos empleos.
–Así pues –añadió Salom–, hoy vemos que en los servicios y en la información y el conocimiento están las nuevas fuentes de riqueza hacia el futuro. CAMPIÑA FRESCA valdrá cada vez más, ante todo por su servicio de Halcón (los “SERVICIOS PERSONA A PERSONA”) y por el conocimiento: lo que todos, desde la alta gerencia hasta el personal de contacto y el de apoyo, saben y lo que hacen con eso que saben.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Comentario de una líder en mercadeo:
He seguido juiciosa tu blog en estos siete capítulos. Me gusta la forma didáctica de abordar el tema: más que teorizar, invitas a la reflexión y el análisis, a ir a la raíz del problema, a trabajar en equipo las áreas internas y las de contacto con el cliente. Te apoyas en ejemplos sencillos, en hechos de la vida diaria. Muy importante la invitación a cultivar la cultura del servicio.
Guillermina Ruiz, Ingeniera administradora de la Universidad Nacional. Docente de mercadeo y política de empresas en la misma universidad. Ha aportado con generosidad su talento y conocimientos en destacadas empresas como Cadenalco (Almacenes Ley), Nacional de Chocolates y Comfama.
Christian como ya te había dicho tu novela de servicio al cliente es una innovadora y agradable manera de mostrar la importancia del servicio. Pienso que es aplicable en todas las empresas, y como a Salom muy pronto te estarán llamando para que brindes la asesoría que tanto necesitan. Sin servicio no se logra ganar una buena imagen que es lo más valioso que tienen las empresas, y por lo que hay que trabajar muy duro.
ResponderEliminarFelicitaciones por tanto conocimiento cultural que compartes a tus lectores.
Mil gracias por tus generosas palabras
Eliminar